En verano, la mayoría de los clubes reforzaron mucho sus plantillas, y se inició uno de los campeonatos de más nivel de los últimos años. Hamburgo, Schalke 04, Wolfsburgo, el histórico Bayern de Munich...muchos gallos en la pelea.
Pero en el Bay Arena, nadie esperaba esto. Tras acabar la temporada pasada en mitad de tabla, el equipo no hizo grandes desembolsos económicos en pretemporada, por lo que nadie contaba con un rendimiento así. Pero la liga avanza, el equipo no da muestras de debilidad y en Leverkusen vienen a la memoria tiempos gloriosos.
La afición aún recuerda la histórica final de la Copa de la Uefa de 1988. El equipo había perdido 3-0 el partido de ida ante el Español, en el viejo Sarriá, pero tenía el partido de vuelta en casa. Tras irse al descanso con empate a cero, en una segunda parte para el recuerdo, el equipo alemán empató la eliminatoria y consiguió llevarse el título en la tanda de penaltis.
También se recuerda con mucho cariño a la generación de los Ballack, Ramelöw o Lucio. Aquel equipo, dirigido por el polémico Christophe Daüm, consiguió llegar a la final de la Champions de 2002, donde perdió con el Madrid de Zidane y Casillas. Pero aquella fue una temporada histórica: a un mes del final, el equipo marchaba líder en liga y era finalista tanto de Champions como de Copa. Al final no se conquistó ningún título y, lo que habría sido un año histórico, se quedó en el triste recuerdo de lo que pudo ser y no fue.
Para esta temporada, la directiva entregó el mando de la nave a un viejo conocido en nuestro país, Juup Heynckes. Desde el primer momento, ha encontrado el sistema idóneo y ha conjuntado un bloque sin apenas fisuras, muy serio y con gran llegada al área contraria. De momento marcha invicto en el campeonato alemán, aunque la gran cantidad de empates han impedido que se distanciara más en la tabla.
Analizando el equipo desde la portería, vemos que cuenta con uno de los mejores guardametas del país, el joven Réné Adler. Se trata de uno de los porteros con más futuro del mundo y pronto dará el salto a un grande. Además, peleará por el puesto de titular en el Mundial con Manuel Neuer, del Schalke 04.
En defensa el equipo cuenta con la agradable sorpresa de Sami Hyypia. El central finlandés dejaba Liverpool rumbo a Leverkusen, en lo que parecía el último viaje de una dilatada carrera deportiva. Pero el zaguero ha dejado claro que tiene cuerda para rato. Ha cuajado una primera vuelta excepcional y se ha convertido en el jefe de la defensa, junto al alemán Friedrich.
Los laterales también están aportando su granito de arena. La sorpresa más agradable llega de la mano de Schwaab. El lateral fichado este verano del Friburgo se ha hecho con el puesto de titular en el lateral derecho y está siendo una de las sorpresas más agradables del equipo. Este jugador tiene tan sólo veintiún años, pero ya iremos viendo que no es un caso aislado; estamos ante un equipo de una gran juventud.
En anteriores temporadas, el lugar que ocupa Schwaab era ocupado por el hispano-alemán Gonzalo Castro. Pero este año ha adelantado su posición, demostrando que es un hombre capaz de ocupar toda la banda ya que tiene buena llegada al área contraria. Castro (22 años) ha ayudado a cubrir la baja en el once de Renato Augusto. El brasileño (21 años) era titular a principio de temporada, pero problemas con las lesiones han frenado su progresión.
La medular también es parte importante del equipo. En esta zona destaca la figura de un hombre clave para Heynckes, el alemán Rolfes. Acompañado del chileno Vidal (otro joven de 22 años), dotan a la escuadra de un gran control del juego y de gran seguridad defensiva. Otro de los hombres importantes en el medio del campo es el suizo Tranquillo Barnetta (24 años). Se trata de un jugador que cada año progresa más y será una de las amenazas de nuestra selección cuando se enfrente a Suiza.
Hablamos ahora de Toni Kroos. El joven jugador alemán, de sólo diecinueve años, tuvo que emigrar desde Munich buscando una oportunidad para demostrar su valía. Su evolución adquiere mayor valor si la comparamos con la de Bojan. Hace dos años, fueron declarados primer y tercer mejor jugador sub-17 del mundo. El alemán fue primero, por delante del español. Con el tiempo, han seguido una evolución totalmente distinta. Mientras Bojan debutó rápidamente con el Barcelona, Kroos tuvo que dejar Munich para seguir progresando. Un año después, el blaugrana está condenado al banquillo y Kroos progresa a pasos agigantados, y merece estar presente en el Mundial de Sudáfrica.
Y arriba encontramos al principal culpable de que el Leverkusen esté donde está. El alemán Kiessling. El pichichi de la Bundesliga ha llevado al equipo, con sus goles, a lo más alto de la tabla. Su compañero en la punta de ataque, Patrick Helmes, aún sigue lesionado. De momento, el tercer ariete del equipo, el suizo Eren Derdiyok (21años), está cuajando buenas actuaciones. Cuando Helmes vuelva, aportará al equipo un plus de calidad importante para seguir peleando por un objetivo: luchar por la Bundesliga. Algo que, por ahora, no parece descabellado.