domingo, 28 de febrero de 2010

Clima de tensión en torno a Ogbeche

Pasan las jornadas y, como hemos dicho, la situación del Cádiz va de mal en peor. Y en ello, tiene mucho que ver la sequía goleadora que persigue al equipo durante esta temporada. Apenas hace goles y esta sequía, junto a las facilidades defensivas, le está condenando a ocupar las plazas de descenso a Segunda División B. Las cifras goleadoras son similares a las de hace dos temporadas, cuando el equipo también acabó descendiendo. En teoría, son los delanteros quienes deben encargarse de esta tarea y, si echamos un vistazo a la tabla de realizadores de la categoría, ninguno aparece entre los máximos artilleros. De hecho, el máximo goleador del equipo es Enrique, un interior, y no es ninguno de los arietes del equipo.

Un caso curioso es el del nigeriano Bartholomew Ogbeche. El jugador africano llegó este verano, cedido por el Valladolid, para completar, junto a Toedtli y Tristán, la tripleta atacante cadista. Tras perderse los primeros partidos, por su baja forma y por una inoportuna lesión, en la cuarta jornada entró en el equipo y se convirtió en titular indiscutible. Ogbeche aporta al equipo algo distinto al resto de puntas: movilidad, entrega, presión, velocidad y la posibilidad de realizar jugadas individuales que acaben en gol. Sus dos compañeros no aportan nada de eso; el primero, Toedtli, se caracteriza, además de por su experiencia, por ser un jugador que juega muy bien de espaldas, protege el balón, fija a los marcadores y va muy bien por alto; pero carece de velocidad y recursos técnicos con el balón en los pies. Y también está Tristán...qué decir de este jugador. Está claro que es el mejor de los tres, pero también es cierto que su estado de forma es pésimo, su entrega es nula y su aportación al equipo es más negativa que positiva. No merece vestir la camiseta amarilla.

Siguiendo con Ogbeche, el nigeriano se hizo con el puesto de titular y su participación coincidió con una mejora en el juego del equipo. Su asociación con hombres como Enrique o López Silva dio lugar a un juego más veloz que provocaba muchos más problemas a las defensas rivales. Pese a que no tuvo gran acierto de cara a gol, 4 goles en 14 partidos, era la referencia del equipo arriba...hasta que llegó la lesión. Y es que desde el partido ante el Murcia, en la jornada 17, Ogbeche no ha vuelto a jugar. Se ha especulado mucho con la lesión, que en principio era mucho más corta, pero nadie sabe qué le pasa. Cuando parece que su reaparición se acerca, el jugador vuelve a recaer. Hasta Víctor Espárrago ha recriminado al jugador públicamente, pidiéndole más esfuerzo y más sufrimiento para solucionar esos problemas, pero la realidad es que “Bartolo”, como se le apodaba cariñosamente en Valladolid, sigue lesionado.

Lo cierto es que las jornadas pasan, los puntos vuelan, los errores continúan y el resto de equipos suman. Y mientras, malas noticias siguen llegando desde Carranza. Esperemos que Ogbeche pueda volver pronto y ayude al equipo a salir de un pozo cada vez más profundo.

Para terminar, dejamos un vídeo con el mejor partido realizado por el delantero nigeriano en lo que va de temporada, el disputado en Vallecas entre el Rayo y el Cádiz.



sábado, 27 de febrero de 2010

Clima desapacible, acorde con la situación del equipo

Acabó el Carnaval, la fiesta por antonomasia de la ciudad gaditana. Los días de fiesta, húmedos tanto por dentro como por fuera, dieron paso a una semana dura por el temporal que ha asolado el país, y principalmente Cádiz, a lo largo de la semana. Pese a ello, la afición, fiel como pocas, llegaba al Carranza con la esperanza de que su equipo les brindara una de las pocas alegrías de la temporada. El césped del estadio parecía ajeno a lo que cayó sobre él durante estos días y la ilusión de los cadistas contrastaba con la verdadera situación de los dos contendientes en la tabla. Tras noventa minutos en los que la diferencia de puntos no quedó patente, la sensación con la que se fue el espectador amarillo a su casa fue que el Cádiz dejó escapar vivo al Hércules. Se trataba, además, de un enfrentamiento con mucho morbo, por muchas razones: los alicantinos fueron quienes enviaron al Cádiz a Segunda B hace dos temporadas, aún se recuerda el caso Kiko Femenía, y, sobre todo, la vuelta de Abraham Paz a la que fue su casa durante tanto tiempo. Motivos suficientes para presenciar un gran partido.

El choque no pudo comenzar mejor. Cristian, qué bueno es cuando quiere, llegó hasta las inmediaciones del área para enviar un centro envenenado que no remató nadie, pero que hizo dudar a Calatayud que acabó viendo cómo el balón se colaba en su portería. Sólo habían transcurrido dos minutos de partido y el inicio era inmejorable. Pero nada más lejos de la realidad, minutos después una buena jugada de Tote por el centro permitió a Tiago Gomes, cedido por Osasuna, igualar la contienda aprovechando, una vez más, una indecisión de la defensa amarilla. A partir de ahí, la duda era saber si el Hércules se haría con el dominio del juego, o el Cádiz conseguiría dar una alegría a su público. Por suerte, el equipo cadista no se amilanó y, en una buena combinación por la banda derecha, Enrique puso un centro al segundo palo para que López Silva consiguiera el segundo gol para el submarino amarillo antes del descanso. Lo cierto es que el Cádiz había planteado una primera parte bastante seria y se marchaba a los vestuarios por delante de un líder que no hizo honor a su posición en la tabla.

El entrenador, Espárrago, había planteado una alineación, a mi modo de ver, un poco defensiva, con un doble pivote, qué problema el del doble pivote, formado por Fragoso y Erice, con Abraham por delante de ellos, Toedtli en punta y Enrique y López Silva en las bandas. La defensa era la habitual y Nano se quedaba en el banquillo. Es cierto que el ex jugador del Cartagena no hizo su mejor partido en Córdoba, pero la alternativa fue demasiado defensiva; el Cádiz, como Espárrago dijo, debe tener una personalidad propia y no cambiar su estilo según el equipo que tenga en frente.

Con ésas, llegábamos al segundo tiempo. Esta vez, el Hércules salió más decidido a buscar la remontada y se hizo con el control del balón. Pero las ocasiones no llegaban y el Cádiz parecía cómodo atrás esperando su oportunidad a la contra para matar el partido. Lo cierto es que dispuso de varias y muy claras. Toedtli y López Silva tuvieron en sus botas, y en su cabeza, la oportunidad de dar los tres puntos al Cádiz. Pero el que perdona, lo paga. Y lo que todos temíamos llegó. Un balón que recibió Delibasic, que también intervino en el primer gol, sólo dentro del área supuso el empate a dos definitivo. Una vez más, la defensa permitió a un jugador rival recibir la pelota a escasos metros de la portería y eso, y ante el líder más aún, se paga muy caro. De ahí al final, el partido fue un quiero y no puedo, más por parte del Cádiz que del Hércules. La entrada de Tristán y Ramis no aportó gran cosa a un equipo que no ha aprovechado el mercado de invierno para mejorar.

La idea era clara, pero los jugadores que han llegado no han aportado nada de momento. Bogunovic ha tenido una presencia testimonial y Ramis parece difícil que consiga la titularidad. Y mientras otros equipos como el Murcia o el Girona cada día están mejor por lo que la salvación está carísima. Con este empate, el Cádiz queda tercero por la cola a tres puntos de la salvación. El partido del sábado en el Colombino se antoja vital. Por último, hay que hacer referencia a un caso extraño, el de la lesión de Ogbeche. El nigeriano lleva varios meses lesionado y el tema ya levanta las primeras ampollas. Espárrago ya ha recriminado públicamente la falta de entrega del jugador, al que ha dicho que “para recuperarse hay que sufrir”, pero parece que la reaparición del que fuera jugador del Valladolid va para largo. El Cádiz necesita su aportación, ya que las mejores jornadas de los amarillos llegaron con “Bartolo” en plena forma.

De la aportación de Tristán mejor no hablar…

jueves, 18 de febrero de 2010

¿Por qué tirar una competición sino hay necesidad?



Tras la clasificación para la final de la Copa del Rey, el Atlético de Madrid vuelve a Europa. Pero no lo hará en la tan deseada Champions, sino que deberá pagar el peaje de su penosa fase de grupos y disputar los dieciseisavos de final de la Europa League. Su rival, el Galatasaray de Rijkaard y Leo Franco que vuelve al Calderón tras salir del club al final de la temporada pasada.


En mi opinión, la temporada de los rojiblancos no está siendo nada buena. Es cierto que ha alcanzado la final de la Copa, algo que no ocurría desde hace diez años y que, de ganarla, conseguiría algo que lleva más de una década sin lograr, un título, pero el equipo está fatal. Creo que la final de la Copa del Rey no debe tomarse como referencia para evaluar la temporada, ya que los rivales han sido fáciles y no ha tenido que enfrentarse a ningún club de entidad.


El descalabro en Champions es innegable, hay que recordar que estuvo a punto de quedar cuarto por detrás del “todopoderoso” APOEL chipriota. La máxima competición europea es un torneo que está fuera del alcance del equipo rojiblanco, tanto para ésta como para la próxima temporada. Quedar entre los cuatro primeros en Liga es una quimera.


El equipo no está entre los mejores de la liga española, una competición donde tampoco está dando la talla. Tras un inicio desastroso, permanece instalado en la zona media y lo máximo a lo que podrá aspirar es a meterse en los puestos que dan derecho a disputar la Europa League, algo que ya ha conseguido al entrar en la final de Copa.Tantos vaivenes en sus resultados dejan en mal lugar la entrega de sus jugadores. De hecho, las derrotas ante equipos como Málaga, Recreativo o el empate ante un Mallorca con 9 los consiguió el mismo equipo que ganó la semana pasada al Barcelona.




Precisamente con la llegada de esta competición surge un dilema en la afición colchonera, tirar o no éste torneo para centrarse en la Liga.


A mí esta idea me parece absurda. Pensemos un momento: el Atleti ya está en la final de Copa, por lo que esa competición no desgastará al equipo. En Liga, su posición es de mitad de tabla, es imposible llegar a Champions y sería impensable caer al descenso. Entonces, qué razón hay para tirar la Europa League. Se trata de una competición larga, sí, que sólo suscita interés a partir de cuartos, sí, pero…¿qué otro objetivo tiene el Atlético de aquí a Junio, aparte de la Copa?


Si fuera mi equipo, preferiría recordar que se ha llegado a la final del torneo del KO, se ha logrado un buen resultado en Europa y en Liga, aunque se haya hecho una mala temporada, se haya conseguido la permanencia. Para mí, sería mejor resultado ese a pensar que se ha tirado la competición europea para luchar por alcanzar una cuarta plaza que, a día de hoy, está imposible.


Otro asunto es si el Atleti es, hoy en día, mejor que el Galatasaray, líder de la Liga Turca. El equipo entrenado por Rijkaard lleva el sello del preparador holandés, que no es otro que el mismo de aquel Barça de Etoo y Ronaldinho que logró la Champions hace años.


Los turcos muestran un gran gusto por el buen trato del balón, tratan de dominar los partidos y llegar al área rival mediante la elaboración de las jugadas.


Entre sus hombres más destacados, además de su estrella Elano Blumer, y el costamarfileño Kader Keita, los turcos llegan con el aval de ser la base de la selección turca con hombres como Arda Turan, Hakan Balta, Mehmet Topal o Servet Cetin. También encontramos veteranos del fútbol europeo como Kewell, Nonda o Baros y jugadores varias promesas como Jo Alves o Giovani Dos Santos. Todo ello sin olvidar a Leo Franco, titular indiscutible en la meta turca.


Por tanto, a pesar de la mala temporada del Atlético de Madrid, un buen resultado en Europa unido a la final de Copa cambiaría el ánimo de la afición completamente. Es absurdo tirar una competición por disputar otra, la Liga, en la que no se va a obtener un beneficio aparente. Otra cosa será que el Atlético dé la talla, algo en lo que no confío para nada. El equipo del Manzanares sigue teniendo grandes problemas que no se solucionan de la noche a la mañana, y no hay que olvidar que en esta competición hay equipos como la Juve o el Liverpool.


miércoles, 17 de febrero de 2010

Este Cádiz no mejora ni con Espárrago


Tras unas jornadas en las que parecía que el equipo había encontrado la senda del buen juego y los resultados comenzaban a llegar, las dos últimas derrotas cosechadas por el club cadista dejan claro que la salvación costará sangre sudor y lágrimas.

Dos partidos perdidos ante Levante y Córdoba que vuelven a dejar al equipo en descenso y mirando de reojo al Murcia, que está a sólo un punto y en clara mejoría. A priori, eran dos choques en los que el club debía confirmar la mejoría experimentada con la llegada de Espárrago y que se había atisbado en sus dos desplazamientos a tierras castellanas, ante Salamanca y Numancia. Sin embargo, la sensación ahora es bien distinta.

La derrota ante el Levante es más sangrante aún que la del pasado viernes ante el Córdoba. Es cierto que el club levantino está en las posiciones altas y que no era un choque fácil, pero no se puede dejar escapar vivo a un equipo que se queda con uno menos en Carranza, ¡y menos después de quedarse con nueve jugadores!

Antes de la llegada del técnico uruguayo, la afición no era partidaria del cambio de entrenador pues, como yo también creo, el problema no está ahí, sino más arriba. Pese a ello, se recibió la llegada de Espárrago con gran ilusión viendo los resultados conseguidos en anteriores etapas. Un mes después, el club casi no ha fichado en el mercado invernal, y los refuerzos son auténticos desconocidos, y los problemas siguen siendo los mismos.

En cuanto a la directiva está todo dicho, el descontento de la afición es total pero mientras no vendan su paquete accionarial habrá que respetar sus decisiones, porque para algo son los dueños. En lo que se refiere a los jugadores, la plantilla sigue teniendo los mismos problemas que antes del mercado de invierno: no encuentra la pareja adecuada en el doble pivote, parecía que Espárrago sentaría a Jon Erice pero no va a ser así, continúa la ineficacia por parte de los delanteros y tantos fallos en defensa conceden muchas oportunidades a los rivales.

La situación es preocupante porque, como hemos dicho, equipos como el Murcia se encuentran en clara mejoría y, personalmente, no parece que vaya a pasar muchos apuros para salir de ahí.


Se avecinan meses duros en Carranza. El Cádiz tiene mucho que mejorar y deberá jugarse la permanencia con equipos como el Huesca, Girona o Albacete. Esperemos que salga vivo de la lucha. El siguiente choque, ante el Hércules de Esteban Vigo. No es el mejor rival posible pero el equipo amarillo ya ha demostrado que puede luchar con cualquiera y, porqué no, con uno de los favoritos al ascenso.