jueves, 3 de diciembre de 2009

Responsabilidad compartida en el batacazo ruso.



Otra de las selecciones que será baja en el Mundial es Rusia. Inesperadamente, la selección dirigida por Guus Hiddink fue incapaz de superar a la sorprendente Eslovenia en la ronda de repesca.

Tras un gran partido de ida, el gol de Pecnik a cinco minutos del final, dejaba la eliminatoria totalmente abierta de cara al partido de vuelta. Algo totalmente inexplicable si vemos cómo transcurrió el encuentro. Los rusos tuvieron el control absoluto del partido y, quizá, pecaron de exceso de confianza al verse tan superiores. Pudieron matar la eliminatoria, no lo hicieron y ahora tendrán que ver el Mundial por la tele.

Tras su histórica Eurocopa de hace dos años, el entrenador holandés optó, durante la fase de clasificación, por mantener aquel bloque que tantas alegrías dio. Así, jugadores como Arshavin, Pavlyuchenko, Denisov, Zhirkov, Ignatsevich o Pogrebnyak seguían siendo los estandartes de esta selección. Un inmovilismo que también ha influido en el declive de este equipo. Pocos, por no decir ninguno, han vuelto al nivel de Junio de 2008. El nivel de hombres como Arshavin o Pavlyuchenko en los duelos contra Eslovenia fue horrible. Sin olvidar que algunos como Zyrianov superan ampliamente la treintena.

Hiddink ha olvidado por completo a los jugadores del dos veces campeón de la liga rusa, el Rubin Kazan. Únicamente el centrocampista Semak ha tenido continuidad en el once ruso. El resto de hombres importantes del campeón han quedado relegados al banquillo, o ni siquiera han sido convocados. Jugadores como Sharonov, Ryazantsev o Bukharov, han demostrado estar en mejor forma que muchos otros jugadores que han integrado las convocatorias de la selección a lo largo de estos meses. Quizá Sharonov sea algo veterano, pero el estado de los hermanos Beretzusky no es para tirar cohetes.

El caso de Bukharov es aún más extraño. Aunque ha estado bastante tiempo lesionado, demostró a su vuelta encontrarse en un gran estado de forma. Pese a ello, no tuvo oportunidades de demostrarlo durante los partidos de la repesca. Por el contrario, sí gozaron de esa posibilidad delanteros como Pavlyuchenko, Pogrebnyak, Sychev o Kerzhakov. Estos jugadores están lejos de su mejor nivel y no han conseguido guiar al equipo a la cita de Sudáfrica.

Pero si el caso de los jugadores del Rubin Kazan es sangrante, más lo es el de uno de los jugadores jóvenes más en forma de Europa durante este inicio de temporada. Alan Dzagoev, centrocampista del CSKA de Moscú, no ha tenido oportunidades de demostrar su valía con la camiseta de su país. No ha podido ser titular en ningún partido importante y será una de las bajas más notables de esta Copa del Mundo. Parece que sus horas en Rusia están contadas, puesto que los más grandes de Europa siguen sus pasos. Lo cierto es que aquella liga le queda pequeña y que podría aspirar a cotas más altas. Un jugador muy bien dotado técnicamente, con gran sentido del juego y que habría aportado la chispa que faltó a su selección, sobre todo, en el partido de vuelta. Siempre quedará la duda de qué habría sido de su país con él en el campo.

Esta claro que los jugadores tienen gran parte de la culpa, ya que eran muy superiores a los eslovenos como demostraron en el primer partido, y hay que pedirles explicaciones; pero, no es menos cierto que Guus Hiddink debía haber dado paso a savia nueva en el equipo, sobre todo, si estos jugadores estaban en mejor forma que los que iban convocados.

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