Como ya hemos dicho, la situación que vive Chile estos días es dramática. Noticias fatales siguen llegando desde allí, el número de muertos aumenta, los daños materiales son incalculables y nadie sabe lo que el país tratará de recuperarse de la tragedia. Los supervivientes se encuentran muy preocupados al pensar sobre el futuro que les espera. Lo han perdido todo y, ahora mismo, no saben dónde ir. Las escenas dramáticas se repiten en todo el país y recuerdan al mayor desastre natural sufrido por los chilenos, hace cincuenta años. Hablamos del terremoto del año 1960.
Con epicentro en la ciudad de Valdivia, aquel 22 de Mayo de 1960 tuvo lugar un seismo de magnitud 9,6 en la escala Richter. Se trata del terremoto más fuerte de la historia humana. Aquella catástrofe se cobró más de tres mil víctimas mortales y dejó a más de dos millones de personas damnificadas por el desastre. Las imágenes hablan por sí solas. Nunca antes se había visto nada parecido. El seismo se sintió en muchas otras partes del mundo y afectó a la geografía de la zona. Muchos ríos cambiaron su curso y se crearon nuevos lagos, además de producir un cierto movimiento de las montañas. Más del 50% de las casas de la ciudad de Valdivia fueron arrasadas por el terremoto y el posterior Tsunami formado en las costas del país a causa de la intensidad del seísmo.
Como vemos, los peores recuerdos se apoderan de los chilenos que temen que se repita una tragedia así. El terremoto no ha sido de tanta intensidad pero los daños personales y materiales han sido enormes. Además del terremoto de Valdivia, ha habido otros movimientos sísmicos de cierta importancia en el país, aunque no tan grandes como el de 1960. Algunos, como el de San Antonio (1985), dejaron cifras preocupantes como más de 150 muertos y más de 2.500 afectados.
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