sábado, 20 de marzo de 2010

¡Enorme Freire!


El cántabro consigue su tercer triunfo en la Classicissima tras imponerse al sprint a un reducido grupo de corredores. La carrera, como se esperaba, ha sido rapidísima y los ciclistas han brindado un gran espectáculo a los espectadores.

Grandioso, admirable, brutal…son sólo algunos de los adjetivos que merece la actuación del corredor de Torrelavega, Óscar Freire, hoy en la Milán-San Remo. Como siempre, el sprinter español ha sido el más inteligente de todos los favoritos. Siempre muy bien colocado, manteniéndose al margen de todas las batallas que tenían lugar en la cabeza del grupo. Nunca gastó un gramo de fuerza más de lo necesario y, como sólo él sabe hacer, supo colocarse de manera perfecta para el sprint final donde superó clarísimamente a todos sus rivales.

Su triunfo tiene aún más mérito porque, como durante toda su carrera deportiva, Óscar tuvo que hacer la guerra por su cuenta. En los kilómetros finales, el equipo Rabobank volvió a quedarse sin efectivos y sólo el holandés Martens llegó en el grupo de cabeza junto al cántabro; pero tampoco le fue de mucha ayuda ya que, a la hora de la verdad, el español sabe buscarse la vida como nadie.

La carrera transcurrió por los derroteros esperados. Un ritmo rapidísimo y, como se preveía, el último vencedor cediendo a las primeras de cambio. El británico Mark Cavendish no llegaba en forma. Se intuía viendo sus resultados durante esta temporada, pero una estrella como él siempre merece un margen de duda. En el inicio de la Cipressa, la cota donde se desató la batalla, el inglés del Columbia cedió terreno y quedó descartado para la victoria. Tanto en esta subida como en el Poggio, muchos hombres trataron de abandonar la disciplina del pelotón. Notable actuación de hombres como Pozzato o Gilbert que buscaron en todo momento la victoria sin encontrar su recompensa en meta. Como siempre, los italianos buscaban brillar en casa y más corredores como Ginnani, Garzelli o Nibali trataron de dar la sorpresa.

El grupo quedó hecho pedazos. La victoria se la jugaría una escasa treintena de corredores, donde no estaban varios de los favoritos al inicio del día; principalmente, se echó en falta al noruego Boasson Hagen, uno de los grandes derrotados. Otros ciclistas, jóvenes, como Farrar o Van Avermaet. Por el contrario, sí que estaban allí los más experimentados. Los velocistas más veteranos del pelotón supieron jugar sus bazas y hombres como Boonen, Bennati, Petacchi, Hushovd o Freire llegaban a las calles de San Remo con sus opciones intactas.

Esta vez, no hubo ningún demarraje espectacular de Cancellara y el equipo Liquigas preparó la llegada a Bennati…con Freire a su espalda preparado para asestar el golpe de gracia a la carrera. El español no se había desgastado apenas y esperaba el momento adecuado para lanzarse a por su tercera victoria en la Milán-San Remo. El resto ya lo saben, superioridad absoluta del español que sacó más de una bici a su inmediato perseguidor, el belga Tom Bonnen. A continuación entró Petacchi, gran carrera del renacido sprinter del Lampre, y detrás de él, una de las más firmes promesas del ciclismo italiano, el corredor del Colnago Sacha Modolo. Habrá que tenerle en cuenta en próximas ediciones. Pero ésta, la que importaba hoy, fue para Freire, el corredor más inteligente del mundo.

1 comentarios:

javi dijo...

Como te has cebao con lo de corredor mas inteligente del mundo ehh
Es muy bueno, pero nos hemos hartado de verle como se quedaba encerrado en muchisimos sprints!
Hoy se le ve que estaba espectacular de fuerzas, no es normal el sprint final