¿Quién no recuerda el episodio de “La lámpara y el sofá”? Para quien lo haya olvidado, hagamos memoria…Corría la temporada 2003/2004,
Rafa Benítez era entrenador del Valencia y el equipo estaba en manos de Jaime Ortí y su consejo, quienes no mantenían, precisamente, una buena relación con el entrenador madrileño.
En su intento por mejorar la plantilla, Benítez pidió la incorporación de algunos jugadores, como Eto´o y Heinze entre otros, a lo que el club respondió fichando a
Canobbio y Ricardo Oliveira. Los dos jugadores procedían de Sudamérica y no eran el perfil requerido por el actual entrenador del Liverpool. Y ¿quién ha olvidado sus famosas declaraciones: “¡He pedido una lámpara y me han traído dos sillas!?” Pues bien, este fue uno de los primeros enfrentamientos con la directiva que acabarían con Benítez cambiando el sol de
Valencia por la lluvia de
Liverpool.
Avalado por sus dos títulos de Liga al frente de un equipo que no era favorito, el club de Anfield confió en él, no sólo el puesto de entrenador, sino también el de manager del equipo. De esta forma, el madrileño tendría mucho más poder decisión a la hora de fichar del que tenía en Valencia.
Años más tarde, Benítez está en la que, parece ser, su última temporada al frente del Liverpool. Nadie puede discutir la labor del entrenador que devolvió la
Champions League a las vitrinas de Anfield veintiún años después y que ha convertido al Liverpool en un fijo en las últimas rondas del torneo, excepto esta temporada.
Pero hay algo en lo que el español no ha conseguido triunfar, y es en su tarea a la hora de realizar los fichajes. Su llegada a Liverpool significaba un mayor margen de maniobra tanto, en poder decisión como en poder económico, pero su labor ha dejado muchas dudas.
Por todos es sabido que sus equipos se basan en una amplia plantilla, que el entrenador gestiona según sus necesidades a través de las rotaciones. Por ello, en Liverpool ha intentando conformar plantillas largas apostando por jugadores de segunda fila por los que no tuviese que hacer un gran desembolso. Pero Benítez ha fracasado estrepitosamente en esa tarea.
Año tras año han ido llegando jugadores que, o bien han salido al poco tiempo, o están condenados al banquillo. Los únicos aciertos han sido aquellos hombres cuya calidad no dejaba lugar a dudas, y en los que el club ha realizado un gran desembolso. Si hablamos de éxitos encontramos a los
Fernando Torres, Javier Mascherano, Dirk Kuyt o Pepe Reina. Todos ellos han costado una suma de dinero acorde con su calidad por lo que, su buen rendimiento, no es atribuible a la labor de Benítez como manager.
En cambio, han sido muchas las decepciones que el equipo de Anfield ha tenido en los últimos años. El caso más reciente es el de
Dossena, que llegó la temporada pasada y acaba de salir rumbo a Nápoles. El italiano encajaría en el perfil de los jugadores que Benítez ficha a bajo precio y de los que espera obtener un gran rendimiento. Podríamos hacer una lista interminable con hombres como
Kronkamp, Josemi, Núñez, El Zhar, Ngog, Lucas Leiva, Kyriakos, Zenden, Henchoz, Leto, Paletta, Barragán, Finnan, Flynn, Pellegrino o Degen que han fracasado en el equipo de Liverpool.
Pero no sólo han sido jugadores con un precio escaso, otros como
Pennant, Ryan Babbel, Robbie Keane, Voronin, Bellamy, Baros, Mark González o El Hadji Diouf tampoco han conseguido triunfar en el equipo. Aunque su rendimiento ha sido mayor, tampoco estuvo acorde con el precio que se pagó por ellos.
Como vemos, el club ha dilapidado una gran suma de dinero en jugadores que han acabado marchándose al poco tiempo al no rendir como se esperaba de ellos. Por tanto, pienso que el principal responsable de estos fichajes, Benítez, debería ser criticado por ello, igual que es alabado por sus, innegables, éxitos como entrenador.
Millones y millones tirados a la basura, mientras el Liverpool ve cómo los grandes de Inglaterra están cada vez más lejos. ¿No sería mejor dejar los experimentos y gastarse el dinero en jugadores contrastados? Muy curioso es el caso de
Glen Johnson, ahora lesionado. Hasta la llegada del lateral inglés, el club había fichado a varios hombres para ese puesto, como Degen, Barragán, Josemi o Kronkamp, y sólo uno rindió al nivel esperado: Arbeloa. Tras la marcha del español, el Liverpool realizó un fuerte desembolso en el lateral inglés que, antes de la lesión, estaba siendo de lo mejor del equipo está temporada.
Y esto no ha acabado…habrá que ver el rendimiento del “gran”
Maxi Rodríguez, si finalmente ficha, y del recuperado
Alberto Aquilani. No hay duda de que Rafa Benítez es uno de los mejores entrenadores del mundo, pero podría obtener mejores resultados si dejase hacer parte del trabajo a otros.
3 comentarios:
muy buen articulo
bellamy es buenisimo
Me ha gustado mucho esta entrada, macho.
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