sábado, 30 de enero de 2010

La Copa de África, un torneo diferente

Tras disputarse las semifinales de la CAN, Egipto y Ghana se jugarán el privilegio de ser los vencedores de una competición detestada por algunos, pero muy querida por los grandes aficionados al fútbol. Se trata de un torneo que recupera la verdadera esencia del fútbol: un deporte practicado en todo el mundo, independientemente de niveles económicos, zona geográfica o nivel cultural.

Antes del comienzo, tras el desgraciado incidente ocurrido con Togo, todos pensábamos que habría dos grupos de países muy diferenciados. En primer lugar, aquellos en los que la mayoría de sus jugadores militan en equipos de las ligas más importantes de Europa. En este primer grupo estarían selecciones como Costa de Marfil, Nigeria o Camerún. A priori, ellos se jugarían el campeonato.


En el otro, los países más pobres. Países sin ningún tipo de recursos y con jugadores que militan en clubes africanos y son desconocidos para el gran público. Aquí encontrábamos países que debían ser meras comparsas como Zambia, Burkina Faso o Gabón. En teoría, meras comparsas.


Pues bien, el desarrollo de la competición ha dejado claro que, en la CAN, las sorpresas también existen. Selecciones como Gabón y Burkina Faso pusieron en verdaderos aprietos a equipos todopoderosos como Camerún y Costa de Marfil, las dos grandes decepciones del campeonato, y la selección de Zambia consiguió el más difícil todavía: pasar a la siguiente ronda. Y, de no haber sido por la mala suerte de los penaltis, estaríamos hablando de uno de los semifinalistas, ya que hizo muchos más méritos que Nigeria para acceder a la penúltima ronda del torneo.

Como ya hemos dicho, Camerún y Costa de Marfil han sido dos de las sorpresas negativas del torneo. Dos equipos plagados de “europeos” que no han sido capaces de estar entre los cuatro mejores. Los Drogba, Etoo, los hermanos Touré, Song Billong, Kader Keita, Kalou, Gervinho o Kameni llegaban a Angola para guiar a sus selecciones a conseguir el cetro continental. Sin embargo, ambas selecciones han estado muy lejos de su mejor nivel.


Costa de Marfil, la gran favorita, cayó ante Argelia, una selección que dí

a tras día sorprende a todos con unos excelentes resultados, pese a que practique un juego, en ocasiones, rácano y defensivo. Basado en una zaga sólida, con ho

mbres como Belhadj, Bougherra o Halliche, ha formado u

n bloque serio en el que los Mansouri, Ziani o Meghni ponen las gotas de calidad de mediocampo hacia delante, con el ariete de Siena, Ghezzal, encargado de la tarea goleadora. En el partido de cuartos, la selección de Drogba les tuvo contra las cuerdas con el golazo de Kader Keita cerca del final, pero los argelinos se repusieron al mazazo y consiguieron forzar una prórroga en la que desarbolaron a su rival, demostrando un físico superior. Pese a caer en semis ante Egipto, han demostrado que su clasificación para Sudáfrica no fue fruto de la casualidad.


Por su parte, Camerún quedó apeada, una vez más, mucho antes de lo esperado. El choque contra Egipto dejó claro que, en estos momentos, el equipo capitaneado por Etoo está muy lejos de lo que se espera de ellos. Quizá el nivel real de Camerún sea éste, y no el que mucha gente espera torneo tras torneo.


Pero no han sido estos dos países las únicas decepciones del torneo.


La selección de Mali, una vez más ha decepcionado a quienes esperaban un salto de calidad. Tras protagonizar uno de los partidos más atractivos del torneo, con el 4-4 ante Angola, el equipo no fue capaz de clasificarse para la siguiente ronda. Hombres como Kanouté, Seydou Keita o Sissoko debe

n esperar otra oportunidad para demostrar su valía.


Quizá Nigeria tampoco haya dado el nivel de juego esperado, pero el equipo se clasificó para semifinales y luchó, durante todo el partido, con Ghana por meterse en la gran final. Por tanto, no se puede criticar a una selección que ha cumplido el objetivo de estar luchando por el título hasta el final.

Su rival, Ghana, es, para mí, el equipo más atractivo del torneo. Además de los “europeos” como Gyan Asamoah o Essien, éste país cuenta con una generación muy prometedora y que dará muchas alegrías en el futuro. Hombres como Inkoom, Osei o Ayew ya han formado parte del equipo absoluto en este torneo y se convertirán, en un futuro no muy lejano, en grandes estrellas del fútbol europeo. De cara al Mundial, este equipo tiene muy buena pinta. Hay que recordar que Essien no jugará la final y que en este torneo no han participado hombres como Appiah o Muntari. Quizá sea el país más preparado para competir con los europeos.


Como vemos, un torneo lleno de sorpresas, positivas y negativas, y en el que siempre aparecen futbolistas, desconocidos para el gran público, con un nivel que no tiene nada que envidiar al de los jugadores europeos. El mayor ejemplo de ello es la selección egipcia, pero ello requerirá una entrada posterior.


Tras este torneo, y ante la proximidad de la cita mundialista, me asalta una duda: ¿Cuál será la primera selección africana que acabe con la tiranía de Europa, Brasil y Argentina? Espero que en Sudáfrica, en su propio continente, alguno de estos equipos consiga dar el salto y desafiar a los grandes favoritos y demuestre que, tanto en el fútbol como en la vida, la riqueza no lo es todo.

jueves, 28 de enero de 2010

Villarreal B, el éxito de las cosas bien hechas

A lo largo de toda su historia, clubes como el Real Madrid, Barcelona, Athletic Club o Atlético de Mardid han luchado por ser la mejor cantera de nuestro país.

Se trata de la manera más económica de mantener un equipo. Por ello, los clubes más pequeños han tratado, también, de sacar el máximo beneficio de sus categorías inferiores. El éxito de una cantera se ve reflejado en el primer equipo. Además, nunca se puede dudar de la entrega de un canterano, algo que con los extranjeros no siempre se consigue.

Por poner un ejemplo, los recientes triunfos del Sevilla no sólo se han basado en el acierto a la hora de fichar de Monchi; durante estos años, el equipo de Nervión ha visto como numerosos jugadores procedentes de la cantera se convertían en piezas clave de su equipo. Hombres como Reyes, Sergio Ramos, Navas, Perotti, el fallecido Puerta o Diego Capel fueron, y son, jugadores clave en el equipo sevillista.

También el éxito de la cantera se vio reflejado en el Español. El segundo equipo de la Ciudad Condal se ha convertido, en las últimas campañas, en un vivero de jóvenes promesas que conforman la base del primer equipo. Además, el mayor éxito de la historia reciente de los periquitos contó con gran presencia de jugadores canteranos. En aquella final de la Copa de la Uefa disputada contra el Sevilla, hombres como Chica, Moisés Hurtado, Tamudo, o el fallecido Jarque formaban parte de la plantilla blanquiazul. Actualmente, otros como Baena, Javi Márquez o Víctor Ruíz confirman que la cantera perica goza de buena salud.

Otros equipos como el Sporting de Gijón también cuentan con una gran cantera, en este caso la de Mareo. Hombres como Luis Morán o Canella han devuelto al equipo a la élite y de ahí salieron otros como Villa o Pablo Álvarez.

Como ya hemos dicho, el éxito de la cantera suele coincidir con la época de esplendor del primer equipo. Pues bien, este último año llama la atención la situación del Villarreal. Para empezar hay que tener en cuenta el mérito que tiene un equipo perteneciente a un pueblo de la ciudad de Castellón, y las dificultades que eso entraña.

Hace algo más de una década que el club presidido por Fernando Roig llegó a la élite. Se trataba de un club modesto que conseguía el mayor hito de su historia. Con pocos años de vida, el desarrollo de la cantera era un lujo que, por el momento no se podía permitir.

Ahora, vemos que han pasado los años, las categorías inferiores se han desarrollado y es ahora cuando ese trabajo da sus frutos. Si en la primera temporada en Primera los jóvenes eran promesas de equipos grandes que llegaban cedidos para seguir con su progresión, casos de Albelda y Palop, actualmente el Villarreal cuenta con una de las mejores canteras de nuestro país.


El ejemplo más claro lo tenemos en que es el único equipo que tiene a su filial jugando en Segunda División. Y no es sólo eso, sino que marcha cuarto en la clasificación realizando, posiblemente, el juego más visto de la categoría. Los niños que comenzaban en aquellos años en los que el equipo liderado por Gica Craioveanu luchaba por mantener al club en Primera División, serán mañana las claves de un equipo ya consagrado en Primera.

El éxito del Villarreal B radica también en la mezcla de jugadores que se da lugar en este equipo. Las promesas de la casa, jóvenes que vienen de Sudamérica y necesitan foguearse junto a hombres más experimentados en estas lídes, conforman un grupo con pocas fisuras que combina a la perfección juventud y experiencia, descaro y saber estar.

Si hablamos de la línea defensiva, destacan hombres como Mario, Kiko y Mussachio, tres zagueros que aportan a la defensa una experiencia inusitada para su edad. Los dos primeros han debutado ya en las categorías inferiores de la selección y con el primer equipo. El segundo, un central argentino que podría tomar el relevo de Gonzalo Rodríguez. Por si fuera poco, podemos encontrar al futuro recambio de Capdevila en el primer equipo: Joan Oriol. Un jugador que ya ha jugado con el Villarreal en Copa del Rey y que está preparado para dar el salto cuando se le necesite. Un lateral con capacidad para llegar hasta la línea de fondo y muy eficiente en labores defensivas. Procedente del Nástic de Tarragona, pronto estará con el primer equipo.

Pero es en el medio del campo donde encontramos a las dos mayores promesas del equipo: Marcos Gullón y Matilla. Dos hombres internacionales también en las categorías inferiores de la Selección y los que más papeletas tienen de jugar con el Villarreal la próxima temporada. Probablemente estemos ante el relevo natural de Senna y los hombres que quiten el puesto a hombres como Bruno o Eguren (que ha salido cedido rumbo a la Lazio), eso sí, si logran retenerlos. Se han oído muchos rumores de posibles ofertas por parte de equipos como el Arsenal o el Liverpool.

Además de ellos, los fichajes sudamericanos como Jefferson Montero o Hernán Pérez buscan los minutos necesarios para dar el salto a la Primera división. También destaca la presencia de Marco Ruben en el equipo (aún no ha fichado por el Wigan). La decisión adoptada por el club respecto a este jugador me encantó: para tenerlo cedido en el Recreativo que está también en Segunda, que juegue con el filial en la misma categoría.

Pero no sólo de promesas vive el equipo. Hombres de más edad como el también central Catalá, los mediocampistas Gerard Bordás y Nacho Insa y los delanteros Cristóbal y Joan Tomás aportan una dosis de experiencia necesaria a este equipo. El caso de Cristóbal es llamativo. Se trata de un jugador que ha despuntado tarde pero con una gran proyección. Con buen juego de espaldas, gracias a su corpulencia, y gran visión de juego para encontrar a sus compañeros estamos ante un jugador que, de seguir así, podría disfrutar de oportunidades en el primer equipo, aunque sea a una edad tardía.

Como vemos se trata de uno de los mejores ejemplos de desarrollo de la cantera en el fútbol español. Y me permito hacer una apuesta: el Getafe lleva camino de seguir la misma progresión que el Villarreal. De momento, se trata de un equipo humilde, con pocos años en la élite y cuyas promesas son jugadores cedidos de los equipos grandes. Pero ya se comienzan a observar los primero brotes verdes. Este año Adrián Sardinero ha debutado con el primer equipo y puede que sea el primero de muchos otros.

Este equipo parece otro



Decía Espárrago en la previa que “el Cádiz tiene que tener una identidad propia, tanto dentro, como fuera de casa”. Pues bien, no sabemos si será flor de un día, pero lo cierto es que el encuentro del sábado en Soria mostró un cambio en el modo de afrontar los partidos por parte del equipo cadista.

Los amarillos llegaban a Soria tras varias jornadas sin ganar, de hecho, llevaban desde la jornada 6 sin vencer a domicilio. Pues bien, tras un inicio en el que el Numancia fue dueño del balón pero sin llevar peligro a la meta de Casilla, el equipo andaluz se fue quitando la presión y adelantando sus líneas, con lo que las oportunidades comenzaron a llegar.

Tras un barullo en el área que no supo rematar López Silva (algo perdido en la mediapunta), llegó el primer gol del Cádiz. Una jugada que a la afición le trajo muy buenos recuerdos, pues es la misma estrategia que el gol ante el Real Unión en la fase de ascenso del año pasado: balón colgado al lateral del área por uno de los centrales, Enrique coge la espalda a la defensa y pone el balón en boca de gol para que Toedtli introduzca el balón en la portería contraria. Como dijo el entrenador uruguayo tras el partido, el mérito de la estrategia hay que otorgárselo al ya ex-entrenador del Cádiz, Javi Gracia.





Hacíamos referencia anteriormente a la nueva posición de López Silva, en la mediapunta. Si bien no fue el jugador tan desequilibrante que fue en anteriores tardes, puede ser una buena solución a la falta de efectivos del Cádiz en esa posición. Sobre todo, teniendo en cuenta el gran partido que cuajaron los jugadores de banda, Enrique y Nano, lo que haría más difícil la aparición de López Silva en el once titular. Aunque el propio jugador ya ha manifestado que "con tal de jugar, no importa la posición".

Pero esta no fue la única novedad que ha introducido Espárrago con respecto a la etapa de Gracia. Unas obligado por las circunstancias y otras por apuestas personales, son varios lo cambios que ha sufrido el equipo cadista en estas dos semanas y, de momento, los resultados son satisfactorios.


Curioso es el caso de Roberto Mansilla. El central no contaba apenas para Gracia, y el sábado tuvo la oportunidad de ser titular ante la baja de Dani Fragoso. Mansilla fue uno de los mejores jugadores del Cádiz, imperial en el corte, aportando seguridad y serenidad para sacar el balón jugado y capaz de achicar balones tanto por alto como a ras de suelo. La temporada pasada sufrió una situación similar: comenzó sin tener oportunidades y acabó siendo indiscutible.

Veremos a ver qué pasa cuando vuelva Fragoso. En mi opinión, debería ser, hoy por hoy, la pareja titular, pues Álvaro Silva no está dando el nivel esperado.

Pero quizá la novedad más significativa la encontramos en el centro del campo. El doble pivote ha sufrido un cambio que va más allá de los nombres. Abraham González jugó el sábado en el equipo titular aprovechando la baja por sanción de Jon Erice. Como ya explicábamos en una anterior entrada, la pareja Ormazábal-Erice no aportaba claridad a la salida de balón del equipo amarillo. Con la presencia de Abraham, el Cádiz dominó esa parcela, imponiéndose a una de las mejores parejas en esa zona como son Dimas y Barkero. Víctor Ormazábal demostró que se sobra y se basta él sólo para destruir el juego del equipo contrario y dejó claro que maneja el balón mucho mejor que Erice. Por su parte, su nueva pareja en la medular aporta mucha más claridad de ideas, algo necesario en el equipo a estas alturas.

Ya hemos hablado de la entrada de López Silva, pero hubo una novedad más, la de Mariano Toedtli. Ogbeche era baja y Tristán salía de su lesión, por lo que no sabemos si se trata de una apuesta por el veterano argentino o simplemente el de La Algaba aún no se encontraba en plenas facultades. Lo cierto es que Toedtli hizo un gran partido, fajándose con los defensores numantinos y llevándose casi todos los balones por alto, además de anotar el primer gol del equipo.

Como vemos, varias novedades respeto a la “Era Javi Gracia”. Este finde en Salamanca podremos comprobar si Espárrago confía en este once o con el regreso de hombres como Fragoso o Erice vuelve a confiar en los habituales titulares.

Se trata de una piedras de toque muy importante para el equipo cadista, porque de ganar conseguiría la segunda victoria consecutiva fuera de casa y abandonaría los puestos de descenso.

Habrá que confiar en el gran Espárrago una vez más.

Resúmen del partido:

domingo, 10 de enero de 2010

Vuelve la ilusión al Carranza



Tras la derrota de ayer ante la Real Sociedad, la situación se tornaba insostenible. El Cádiz tocaba fondo y hoy puede quedar a cuatro puntos de los puestos de permanencia en Segunda División. Durante toda la semana se había especulado sobre qué ocurriría si se producía esta derrota… y las reacciones no se han hecho esperar. La directiva del equipo cadista ha decidido cesar al entrenador, Javi Gracia.

Ya se sabe que en estas situaciones la cabeza del entrenador es la primera en caer, ya que es más difícil echar a uno que a veinticinco; y ya ni hablamos de la dimisión del presidente o del director deportivo…algo que pide a voces la afición cadista. La labor tanto de Antonio Muñoz como de Julio Peguero está siendo muy criticada tanto en materia de fichajes como en la gestión del club. No sólo se ficha mal, sino que cuando se invierte dinero se hace en hombres que no dan la talla.

Es cierto que Gracia no ha sabido sacar todo el jugo a esta plantilla, pero no es el principal culpable de la situación. Entre sus errores, cabe destacar el inmovilismo que ha demostrado. El vasco se ha obcecado en mantener un sistema de juego a lo largo de todo el año y que no ha dado buen resultado.

La zona que más críticas ha recibido ha sido el centro del campo. El doble pivote utilizado a lo largo de toda la temporada ha sido, en mi opinión, excesivamente destructor. Siempre compuesto por dos jugadores de corte defensivo, cuya capacidad de creación era más bien escasa. La pareja más utilizada: Jon Erice y Víctor Ormazábal no ha dado los frutos deseados. Pienso que la figura de Abraham, que en el inicio de temporada fue titular, podía haber sido más útil junto a Ormazábal. Éste último es un jugador de gran físico que se podría ocupar de destruir, mientras que el ex-canterano del Barcelona podía dedicarse a dar sentido al juego. Incluso el vallecano Carlos Caballero podía haber retrasado su posición. Por no hablar del rendimiento de los que deberían ser los pilares del equipo como Tristán, Casilla o Cristian...

Es hora de agradecer los servicios prestados a Gracia, ya que fue el artífice del ascenso del año pasado y, sin él, el Cádiz no habría vuelto a Segunda División. A mi modo de ver es un buen entrenador, pero los altos mandos del club no son los adecuados.

Para remediar la situación, vuelve Víctor Espárrago. La mejor noticia que recibe el Cádiz desde hace mucho tiempo. El mejor entrenador que jamás ha tenido Negritael equipo amarillo vuelve a casa para conseguir la salvación. Siempre estaba en las quinielas y vuelve en el momento en el que más se le necesita.

Con el uruguayo regresa la ilusión. La afición recuerda las exitosas temporadas del submarino amarillo en Primera División y volverá a llenar Carranza cada domingo para devolver al equipo donde se merece. El primer paso es sacar la situación adelante y no tener disgustos en un año, el del Centenario, que debería ser de total felicidad. De momento se ha dado el primer paso para lograrlo, el mejor entrenador posible para cambiar la cara a un equipo que lo necesita.

viernes, 8 de enero de 2010

Entrenar bien no es sinónimo de saber fichar


¿Quién no recuerda el episodio de “La lámpara y el sofá”? Para quien lo haya olvidado, hagamos memoria…Corría la temporada 2003/2004, Rafa Benítez era entrenador del Valencia y el equipo estaba en manos de Jaime Ortí y su consejo, quienes no mantenían, precisamente, una buena relación con el entrenador madrileño.

En su intento por mejorar la plantilla, Benítez pidió la incorporación de algunos jugadores, como Eto´o y Heinze entre otros, a lo que el club respondió fichando a Canobbio y Ricardo Oliveira. Los dos jugadores procedían de Sudamérica y no eran el perfil requerido por el actual entrenador del Liverpool. Y ¿quién ha olvidado sus famosas declaraciones: “¡He pedido una lámpara y me han traído dos sillas!?” Pues bien, este fue uno de los primeros enfrentamientos con la directiva que acabarían con Benítez cambiando el sol de Valencia por la lluvia de Liverpool.

Avalado por sus dos títulos de Liga al frente de un equipo que no era favorito, el club de Anfield confió en él, no sólo el puesto de entrenador, sino también el de manager del equipo. De esta forma, el madrileño tendría mucho más poder decisión a la hora de fichar del que tenía en Valencia.

Años más tarde, Benítez está en la que, parece ser, su última temporada al frente del Liverpool. Nadie puede discutir la labor del entrenador que devolvió la Champions League a las vitrinas de Anfield veintiún años después y que ha convertido al Liverpool en un fijo en las últimas rondas del torneo, excepto esta temporada.

Pero hay algo en lo que el español no ha conseguido triunfar, y es en su tarea a la hora de realizar los fichajes. Su llegada a Liverpool significaba un mayor margen de maniobra tanto, en poder decisión como en poder económico, pero su labor ha dejado muchas dudas.

Por todos es sabido que sus equipos se basan en una amplia plantilla, que el entrenador gestiona según sus necesidades a través de las rotaciones. Por ello, en Liverpool ha intentando conformar plantillas largas apostando por jugadores de segunda fila por los que no tuviese que hacer un gran desembolso. Pero Benítez ha fracasado estrepitosamente en esa tarea.

Año tras año han ido llegando jugadores que, o bien han salido al poco tiempo, o están condenados al banquillo. Los únicos aciertos han sido aquellos hombres cuya calidad no dejaba lugar a dudas, y en los que el club ha realizado un gran desembolso. Si hablamos de éxitos encontramos a los Fernando Torres, Javier Mascherano, Dirk Kuyt o Pepe Reina. Todos ellos han costado una suma de dinero acorde con su calidad por lo que, su buen rendimiento, no es atribuible a la labor de Benítez como manager.

En cambio, han sido muchas las decepciones que el equipo de Anfield ha tenido en los últimos años. El caso más reciente es el de Dossena, que llegó la temporada pasada y acaba de salir rumbo a Nápoles. El italiano encajaría en el perfil de los jugadores que Benítez ficha a bajo precio y de los que espera obtener un gran rendimiento. Podríamos hacer una lista interminable con hombres como Kronkamp, Josemi, Núñez, El Zhar, Ngog, Lucas Leiva, Kyriakos, Zenden, Henchoz, Leto, Paletta, Barragán, Finnan, Flynn, Pellegrino o Degen que han fracasado en el equipo de Liverpool.



Pero no sólo han sido jugadores con un precio escaso, otros como Pennant, Ryan Babbel, Robbie Keane, Voronin, Bellamy, Baros, Mark González o El Hadji Diouf tampoco han conseguido triunfar en el equipo. Aunque su rendimiento ha sido mayor, tampoco estuvo acorde con el precio que se pagó por ellos.




Como vemos, el club ha dilapidado una gran suma de dinero en jugadores que han acabado marchándose al poco tiempo al no rendir como se esperaba de ellos. Por tanto, pienso que el principal responsable de estos fichajes, Benítez, debería ser criticado por ello, igual que es alabado por sus, innegables, éxitos como entrenador.

Millones y millones tirados a la basura, mientras el Liverpool ve cómo los grandes de Inglaterra están cada vez más lejos. ¿No sería mejor dejar los experimentos y gastarse el dinero en jugadores contrastados? Muy curioso es el caso de Glen Johnson, ahora lesionado. Hasta la llegada del lateral inglés, el club había fichado a varios hombres para ese puesto, como Degen, Barragán, Josemi o Kronkamp, y sólo uno rindió al nivel esperado: Arbeloa. Tras la marcha del español, el Liverpool realizó un fuerte desembolso en el lateral inglés que, antes de la lesión, estaba siendo de lo mejor del equipo está temporada.

Y esto no ha acabado…habrá que ver el rendimiento del “gran” Maxi Rodríguez, si finalmente ficha, y del recuperado Alberto Aquilani. No hay duda de que Rafa Benítez es uno de los mejores entrenadores del mundo, pero podría obtener mejores resultados si dejase hacer parte del trabajo a otros.